sábado, 5 de abril de 2014

Capítulo III: Clara, Clarividente

La primera alusión al papel de la mujer que podemos encontrar en este capítulo la hallamos  cuando se habla de la educación de Clara. Nívea proponía que estudiara idiomas, mientras que el padre prefería que se dedicara a estudiar algo propio de la mujer: el piano o la costura. Hay una ocasión en la que se nos menciona a Nívea cosiendo en la sala de la costura, el ámbito de la mujer, en el momento en que Clara no hablaba y aquella le contaba algunas historias a la niña.

Quizás Nívea y sus amigas en algunos momentos rompan con el estereotipo de mujer sumisa, ya que podemos verlas  en las fábricas  arengando a las obreras, mientras que los hombres se reían de ellas. Nos ha llamado la atención como se hace referencia a "un prodigio de mujeres mostrando las pantorrillas, de hombres con chaleco y pantalones con pliegues", como si fuera algo extraño ya que es calificado como un "desorden de modernismo". El día que Esteban vuelve a la casa de los Del Valle, estos hacen una lista de las hijas disponibles para el compromiso como si se tratara de animales u objetos. Cuando Esteban se casa vemos el miedo de Férula, su hermana,  ya que es totalmente dependiente de su hermano y por ella misma no ha sido capaz de trabajar ni de nada, solo de dedicarse por completo a su madre enferma. Férula se hace amiga de Clara y acaba sirviéndola como una esclava, ya que está enamorada de ella. Acabaron viviendo en la misma casa, el matrimonio y Férula. Esta sentía que cuando estaba su hermano no podía estar con Clara ni hacer y deshacer a su gusto como estaba acostumbrada, aquí vemos algo de "masculino" pero, pese a que era una mujer no podía recriminar nada a nadie.

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