martes, 20 de mayo de 2014

Pedro Tercero García

Uno de los personajes secundarios de la novela es Pedro Tercero García (hijo de Pedro Segundo, ayudante del patrón), que vive una relación de amor con Blanca a lo largo de esta, amor reprimido y escondido, pues Esteban Trueba no lo quería en Las Tres Marías, ni mucho menos como parte de su familia. La razón es que secundaba el comunismo, que comenzaba a mitad del siglo XX a dar sus primeros golpes de fuerza en la sociedad política. Ya de por sí, era considerado una amenaza en el pueblo porque llevaba a los campesinos ideas de izquierda que empeoraban el control tiránico de Esteban. Más tarde, tras ser descubierta la pérdida de virginidad de Blanca, está a punto de morir a manos del mismo, en una defensa del honor familiar que recuerda a alguna obra de Federico García Lorca o Carmen de Burgos. En este punto, es además una amenaza para el papel político de senador que adquiere Esteban, por lo que desaparecerá de la narración y del espacio argumental a modo de escondite de la derecha. Así lo vemos: 

"Para él, sin embargo, las horas transcurrían con la misma lentitud que si hubiera estado preso. Pasaba el día entre cuatro paredes, con la puerta cerrada con llave, para que nadie tuviera la iniciativa de entrar a limpiar, y la ventana con las persianas y las cortinas corridas. No entraba la luz del día, pero podía adivinarla por el tenue cambio en las rendijas de la persiana. En la noche abría la ventana de par en par, para que se ventilara la habitación -donde tenía que mantener un balde tapado para hacer sus necesidades- y para respirar a bocanadas el aire de la libertad. Ocupaba su tiempo leyendo los libros de Jaime, que Blanca le iba llevando a escondidas, escuchando los ruidos de la calle, los susurros de la radio encendida al volumen más bajo. Blanca le consiguió una guitarra a la que puso unos trapos de lana bajo las cuerdas, para que nadie lo oyera componer en sordina sus canciones de viudas, de huérfanos, de prisioneros y desaparecidos. Trató de organizar un horario sistemático para llenar el día, hacía gimnasia, leía, estudiaba inglés, dormía siesta, escribía música y volvía a hacer gimnasia, pero con todo eso le sobraban interminables horas de ocio, hasta que finalmente escuchaba la llave en la cerradura de la puerta y veía entrar a Blanca, que le llevaba los periódicos, la comida, agua limpia para lavarse".

Como veremos más adelante, su relación de amor tiene éxito, a pesar del paso de los años, tras el arrepentimiento de Esteban Trueba. Es una manera de hacer ver la fortaleza del amor, que trasciende ideologías y guerras.

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