martes, 20 de mayo de 2014

Jean de Satigny

Uno de los personajes secundarios de los que resta hablar brevemente es Jean de Satigny, un extranjero que se queda a vivir en las Tres Marías y que termina su papel en la obra contrayendo matrimonio (de conveniencia) con Blanca. Dos cuestiones: no se conoce nada de él ni de su pasado, pero la gente lo adora, porque encarna el exotismo y lo extraño de un británico que tiene una rutina peculiar. 

"Usaba zapatos de cabritilla y chaquetas de lino crudo, no sudaba como los demás mortales y olía a colonia inglesa, estaba siempre tostado por el hábito de meter una pelota a través de un pequeño arco con un palo, a plena luz del mediodía y hablaba arrastrando las últimas sílabas de las palabras y comiéndose las erres. Era el único hombre que Esteban conocía, que se pusiera esmalte brillante en las uñas y se echara colirio azul en los ojos. Tenía tarjetas de presentación con escudo de armas de su familia y observaba todas las reglas conocidas de urbanidad y otras inventadas por él, como comer las alcachofas con pinzas, lo cual provocaba estupefacción general. Los hombres se burlaban a sus espaldas, pero pronto se vio que trataban de imitar su elegancia, sus zapatos de cabritilla, su indiferencia y su aire civilizado. El título de conde lo colocaba en un nivel diferente al de los otros emigrantes que habían llegado de Europa Central huyendo de las pestes del siglo pasado, de España escapando de la guerra, del Medio Oriente con sus negocios de turcos y armenios del Asia a vender su comida típica y sus baratijas. El conde De Satigny no necesitaba ganarse la vida, como lo hizo saber a todo el mundo".

Sin embargo, su papel en la obra no finaliza muy positivamente, ya que Blanca descubre que tiene una habitación donde realiza actos de una excentricidad morbosa. Decide escapar corriendo, temiendo por su bebé. 

 

Pedro Tercero García

Uno de los personajes secundarios de la novela es Pedro Tercero García (hijo de Pedro Segundo, ayudante del patrón), que vive una relación de amor con Blanca a lo largo de esta, amor reprimido y escondido, pues Esteban Trueba no lo quería en Las Tres Marías, ni mucho menos como parte de su familia. La razón es que secundaba el comunismo, que comenzaba a mitad del siglo XX a dar sus primeros golpes de fuerza en la sociedad política. Ya de por sí, era considerado una amenaza en el pueblo porque llevaba a los campesinos ideas de izquierda que empeoraban el control tiránico de Esteban. Más tarde, tras ser descubierta la pérdida de virginidad de Blanca, está a punto de morir a manos del mismo, en una defensa del honor familiar que recuerda a alguna obra de Federico García Lorca o Carmen de Burgos. En este punto, es además una amenaza para el papel político de senador que adquiere Esteban, por lo que desaparecerá de la narración y del espacio argumental a modo de escondite de la derecha. Así lo vemos: 

"Para él, sin embargo, las horas transcurrían con la misma lentitud que si hubiera estado preso. Pasaba el día entre cuatro paredes, con la puerta cerrada con llave, para que nadie tuviera la iniciativa de entrar a limpiar, y la ventana con las persianas y las cortinas corridas. No entraba la luz del día, pero podía adivinarla por el tenue cambio en las rendijas de la persiana. En la noche abría la ventana de par en par, para que se ventilara la habitación -donde tenía que mantener un balde tapado para hacer sus necesidades- y para respirar a bocanadas el aire de la libertad. Ocupaba su tiempo leyendo los libros de Jaime, que Blanca le iba llevando a escondidas, escuchando los ruidos de la calle, los susurros de la radio encendida al volumen más bajo. Blanca le consiguió una guitarra a la que puso unos trapos de lana bajo las cuerdas, para que nadie lo oyera componer en sordina sus canciones de viudas, de huérfanos, de prisioneros y desaparecidos. Trató de organizar un horario sistemático para llenar el día, hacía gimnasia, leía, estudiaba inglés, dormía siesta, escribía música y volvía a hacer gimnasia, pero con todo eso le sobraban interminables horas de ocio, hasta que finalmente escuchaba la llave en la cerradura de la puerta y veía entrar a Blanca, que le llevaba los periódicos, la comida, agua limpia para lavarse".

Como veremos más adelante, su relación de amor tiene éxito, a pesar del paso de los años, tras el arrepentimiento de Esteban Trueba. Es una manera de hacer ver la fortaleza del amor, que trasciende ideologías y guerras.

lunes, 19 de mayo de 2014

Jaime y Nicolás III

Es conveniente señalar, para terminar de hablar de los hermanos Jaime y Nicolás, de su final en la novela. Pudiera parecer lo contrario, pero ambos finales son tristes. Jaime finaliza fusilado por el ejército y Nicolás es un exiliado por la fuerza. El final del segundo es muy triste porque nos hace ver como el determinismo de un padre puede forzar a su hijo a desechar sus propias ideas y vivir en un sistema de manera acomodada. Según el narrador, Nicolás termina en Estados Unidos siendo rico y famoso. Por último hay algo que también merece la pena ser comentado en relación a Jaime: su muerte es tratada como cualquier muerte más, fruto de los crímenes atroces que es capaz de llevar un ejército en un golpe militar. De nuevo, como hecho anecdótico (por así decirlo) asistimos al gran pensamiento político plasmado en la obra por parte de Isabel Allende.

Política III y arrepentimiento de Esteban

La cuestión de la política termina en la obra con el golpe de estado militar, que envuelve al Chile comunista y justo. Vemos cómo los resultados de ese golpe de estado no plasmaron las consecuencias esperadas por el Partido Conservador, cómo los vencedores intentaron cambiar la historia haciendo creer que el presidente se había suicidado, cómo la clase media descubrió que había sido un error apoyar dicho movimiento. En general, las lamentaciones no solo fueron fruto de grupos sociales, sino también de Esteban Trueba. La autora Isabel Allende pretende conmover al lector mediante la redención de su personaje masculino protagonista. Estos son los dos fragmentos en los que Esteban Trueba manifiesta su arrepentimiento sobre algunos actos que había llevado a cabo anteriormente:

"Empecé a pensar que me había equivocado en el procedimiento y que tal vez no era ésa la mejor solución para derrocar al marxismo. Me sentía cada vez más solo, porque ya nadie me necesitaba, no tenía a mis hijos y Clara, con su manía de la mudez y la distracción, parecía un fantasma".

"Esteban Trueba abrazó largamente a su hija, sin lágrimas, pero con la boca apretada, tembloroso, esforzándose por contener los sollozos.
-No he sido un buen padre para usted, hija -dijo-. ¿Cree que podrá perdonarme y olvidar el pasado?
-¡Lo quiero mucho, papá! -lloró Blanca echándole los brazos al cuello, estrechándolo con desesperación, cubriéndolo de besos.
Después el viejo se volvió hacia Pedro Tercero y lo miró a los ojos. Le tendió la mano, pero no supo estrechar la del otro, porque le faltaban algunos dedos. Entonces abrió los brazos y los dos hombres, en un apretado nudo, se despidieron, libres al fin de los odios y los rencores que por tantos años les habían ensuciado la existencia.
-Cuidaré de su hija y trataré de hacerla feliz, señor -dijo Pedro Tercero García con la voz quebrada.
-No lo dudo. Váyanse en paz, hijos -murmuró el anciano. Sabía que no volvería a verlos". 

Por último, resta comentar esas consecuencias que surgieron del golpe de estado militar, en relación con los vencedores:

"De una plumada, los militares cambiaron la historia, borrando los episodios, las ideologías y los personajes que el régimen desaprobaba. Acomodaron los mapas, porque no había ninguna razón para poner el norte arriba, tan lejos de la benemérita patria, si se podía poner abajo, donde quedaba más favorecida y, de paso, pintaron con azul de Prusia vastas orillas de aguas territoriales hasta los límites de Asia y de África y se apoderaron en los libros de geografía de tierras lejanas, corriendo las fronteras con toda impunidad, hasta que los países hermanos perdieron la paciencia, pusieron un grito en las Naciones Unidas y amenazaron con echarles encima los tanques de guerra y los aviones de caza. La censura, que al principio sólo abarcó los medios de comunicación, pronto se extendió a los textos escolares, las letras de las canciones, los argumentos de las películas y las conversaciones privadas. Había palabras prohibidas por bando militar, como la palabra «compañero», y otras que no se decían por precaución, a pesar de que ningún bando las había eliminado del diccionario, como libertad, justicia y sindicato. Alba se preguntaba de dónde habían salido tantos fascistas de la noche a la mañana, porque en la larga trayectoria democrática de su país, nunca se habían notado, excepto algunos exaltados durante la guerra, que por monería se ponían camisas negras y desfilaban con el brazo en alto, en medio de las carcajadas y la silbatina de los transeúntes, sin que tuvieran ningún papel importante en la vida nacional. Tampoco se explicaba la actitud de las Fuerzas Armadas, que provenían en su mayoría de la clase media y la clase obrera y que históricamente habían estado más cerca de la izquierda que de la extrema derecha. No comprendió el estado de guerra interna ni se dio cuenta de que la guerra es la obra de arte de los militares, la culminación de sus entrenamientos, el broche dorado de su profesión. No están hechos para brillar en la paz. El Golpe les dio la oportunidad de poner en práctica lo que habían aprendido en los cuarteles, la obediencia ciega, el manejo de las armas y otras artes que los soldados pueden dominar cuando acallan los escrúpulos del corazón". 

Política II

En cuanto a la política, ya veíamos algunos retazos de Esteban en entradas anteriores. Sin embargo, al seguir leyendo la novela vemos que continúan sus opiniones respecto a este 'mundillo':

"-¡Justicia! ¿Es justo que todos tengan lo mismo? ¿Los flojos lo mismo que los trabajadores? ¿Los tontos lo mismo que los inteligentes? ¡Eso no pasa ni con los animales! No es cuestión de ricos y pobres, sino de fuertes y débiles. Estoy de acuerdo en que todos debemos tener las mismas oportunidades, pero esa gente no hace ningún esfuerzo. ¡Es muy fácil estirar la mano y pedir limosna! Yo creo en el esfuerzo y en la recompensa. Gracias a esa filosofía he llegado a tener lo que tengo. Nunca he pedido un favor a nadie y no he cometido ninguna deshonestidad, lo que prueba que cualquiera puede hacerlo. Yo estaba destinado a ser un pobre infeliz escribiente de notaría. Por eso no aceptaré ideas bolcheviques en mi casa. ¡Vayan a hacer caridad en los conventillos, si quieren! Eso está muy bien: es bueno para la formación de las señoritas. ¡Pero no me vengan con las mismas estupideces de Pedro Tercero García, porque no lo voy a aguantar!".

Es totalmente conservador y parcial. Así pues, será senador en el Partido Conservador, puesto que le proporcionará favoritismos y dinero casi infinito. Asistimos al tema de la corrupción, enfocado en Chile, pero perteneciente a todo el mundo:

"Era respetuoso de la ley, la patria y la tradición y nadie podía reprocharle ningún delito mayor que la evasión de impuestos".

Jaime y Nicolás II, en su juventud.

En esta entrada me gustaría aclarar una cuestión en torno a los gemelos Jaime y Nicolás. Como vemos al principio de la novela, los hermanos parecen propensos a constituirse tal y como era el modelo normal de hombre, pero claro, esta novela también juega con el determinismo, ya que ambos traspasan ese modelo y se convierten en personas buenas. Jaime se dedica a la medicina y dedica gran parte de su vida ayudar a los más necesitados, aun a riesgo de perder todo y quedarse sin nada. Nicolás hereda las excentricidades de su tío abuelo Marcos y el gusto por las artes espirituales de su madre Clara. ¿Qué puede significar todo esto? Que ambos personajes se constituyan como una antítesis de Esteban, el cual sí representaría el modelo masculino de aquel tiempo. 

El único rasgo negativo que se podría señalar en la relación de los hermanos es el de los celos. Sin embargo, estas nimiedades de la vida no son capaces de ser obstáculos para la relación cordial y fraternal entre estos dos hermanos gemelos. 

domingo, 18 de mayo de 2014

Maltrato

Me gustaría comentar en la siguiente entrada el tema del maltrato, que se comienza ver en la obra a partir de la expulsión de Férula. Es, como vimos, producto del terremoto. Es también, quizás la primera vez en toda la obra que asistimos a un cabreo considerablemente grande de Esteban. 

"A solas con Férula, Esteban descargó su furia de marido insatisfecho y gritó a su hermana lo que nunca debió decirle, desde marimacho hasta meretriz, acusándola de pervertir a su mujer, de desviarla con caricias de solterona, de volverla lunática, distraída, muda y espiritista con artes de lesbiana, de refocilarse con ella en su ausencia, de manchar hasta el nombre de los hijos, el honor de la casa y la memoria de su santa madre, que ya estaba harto de tanta maldad y que la echaba de su casa, que se fuera inmediatamente, que no quería volver a verla nunca más y le prohibía que se acercara a su mujer y a sus hijos, que no le faltaría dinero para subsistir con decencia mientras él viviera, tal como se lo había prometido una vez, pero que si volvía a verla rondando a su familia, la iba a matar, que se lo metiera adentro de la cabeza. ¡Te juro por nuestra madre que te mato!".

Cómo no, se vuelve a ver esa imagen conservadora de Esteban, en la cual la homosexualidad no tiene cabida. Proseguimos con el desarrollo de la novela y asistimos a una ocasión en la que el producto de los gritos es Clara.

"-No puedes impedir que el mundo cambie, Esteban. Si no es Pedro Tercero García, será otro el que traiga las nuevas ideas a Las Tres Marías -dijo. Esteban Trueba dio un bastonazo a la sopera que su mujer tenía en las manos y la lanzó lejos, desparramando su contenido por el suelo. Blanca se puso de pie horrorizada. Era la primera vez que veía el mal humor de su padre dirigido contra Clara y pensó que ella entraría en uno de sus trances lunáticos y echaría a volar por la ventana, pero nada de eso ocurrió".

No sé si las personas que han leído esta novela compartirán la siguiente idea conmigo: El trato de la autora Isabel Allende hacia el maltrato,es decir, hacia el comportamiento psicológico de un maltratador es muy fiel a la realidad. Enseguida, en la ocasión en que Esteban le propina un puñetazo a Clara, asistimos a ese conjunto de sensaciones y de sentimientos casi esquizofrénicos que un maltratador experimenta.

"Trueba la miró, inmovilizado por la sorpresa. Por un instante su ira pareció desinflarse y se sintió burlado, pero inmediatamente una oleada de sangre le subió a la cabeza. Perdió el control y descargó un puñetazo en la cara a su mujer, tirándola contra la pared: Clara se desplomó sin un grito. Esteban pareció despertar de un trance, se hincó a su lado, llorando, balbuciendo disculpas y explicaciones, llamándola por los nombres tiernos que sólo usaba en la intimidad, sin comprender cómo había podido levantar la mano a ella, que era el único ser que realmente le importaba v a quien jamás, ni aun en los peores momentos de tu vida en común, había dejado de respetar".



sábado, 17 de mayo de 2014

Terremoto

En la lectura de las páginas de esta novela, he reparado en un hecho que me ha suscitado una reflexión. El hecho es que el terremoto sea el responsable de los cambios argumentales, y la reflexión es que esa transformación no sea producida por acciones de los personajes. De hecho, Esteban es una suerte de antihéroe, ya que intenta por todos los medios evitar el progreso social; y Clara de antiheroína, pues su 'rareza' se aburguesa en una imagen femenina usual y conservadora. Los personajes son, cómo decirlo, parte de una 'telenovela' situada en Chile, cuyas acciones son supeditadas al devenir natural y cronológico.

Un saludo.

jueves, 15 de mayo de 2014

Capítulo IV: manifiesto de amor homosexual de Férula hacia Clara

En el siguiente fragmento asistimos a la desolación espiritual y sentimental que experimenta una mujer anclada en valores antiguos, después de reprimir su amor. Es el caso de Férula, ama de casa cristiana  al uso de las mujeres de hace muchas décadas: 

"Sólo con ella se permitía el lujo de ceder ante su desbordante deseo de servir y de ser amada, con ella podía manifestar, aunque fuera solapadamente, los más secretos y delicados anhelos de su alma. A lo largo de tantos años de soledad y tristeza había ido decantando las emociones y limpiando los sentimientos, hasta reducirlos a unas pocas terribles y magníficas pasiones, que la ocupaban por completo. No tenía capacidad para las pequeñas turbaciones, para los rencores mezquinos, las envidias disimuladas, las obras de caridad, los cariños desteñidos, la cortesía amable o las consideraciones cotidianas. Era uno de esos seres nacidos para la grandeza de un solo amor, para el odio exagerado, para la venganza apocalíptica y para el heroísmo más sublime, pero no pudo realizar su destino a la medida de su romántica vocación, y éste transcurrió chato y gris, entre las paredes de un cuarto de enferma, en míseros conventillos, en tortuosas confesiones, donde esa mujer grande, opulenta, de sangre ardiente, hecha para la maternidad, para la abundancia, la acción y el ardor, se fue consumiendo". [...] "Probablemente esos años junto a Clara fueron los únicos felices para ella, porque sólo con Clara pudo intimar. Ella fue la depositaria de sus más sutiles emociones y a ella pudo dedicar su enorme capacidad de sacrificio y veneración. Una vez se atrevió a decírselo y Clara escribió en su cuaderno de anotar la vida, que Férula la amaba mucho más de lo que ella merecía o podía retribuir". (Pág. 68)

La represión explícita se esconde en los verbos 'reducir' y 'limpiar' (los sentimientos y las pasiones). Esta mujer nacida para la maternidad, abundancia, acción y ardor, no es una heroína. La única mujer heroína es la que manifiesta su libertad en todos los sentidos, como el amoroso, en este caso.


 


martes, 13 de mayo de 2014

Férula

A partir de lo que ha comentado mi compañero Paco, me he dado cuenta que faltaba una intervención dedicada a Férula que quedaba en el apartado borradores y que creo que no está publicada. Aquí la pongo:

La aparición de Férula  representa el estereotipo de mujer dedicada al hogar y a cuidar a su madre, sin conocer varón porque al ser la única hija debe cuidar a su madre hasta que muera. De esta manera, como mencionamos al principio, asume el papel de hombre de la casa ya que vive con su madre y su hermano Esteban está fuera de casa. Es una mujer que se nos revela como alguien sin sentimientos, algo "propio de hombres". De hecho hasta que no conoce a Clara, no sabe lo que es querer realmente a alguien. Cuando su madre muere, tiene la oportunidad de ir a vivir con Esteban y Clara  y de manera indirecta pretende ejercer esa tiranía y ese papel de hombre, llegando incluso a enamorarse de clara y a ser repudiada por Esteban por quitarle a su mujer: la llama de manera despectiva lesbiana y "marimacho".  Era una mujer que llevaba su casa sin embargo vivía de las rentas de su hermano. Es un personaje poco usual, dado que la mujer que suele vivir en casa sin la figura de hombre, ejerce una tiranía total. Es el caso de Férula, aunque de manera indirecta mandaba ella en casa, siempre estaba la figura de su hermano. La fuerza y presión que ejerce esta figura se ve cuando la echa de casa y muere sola y sin consuelo de nadie.

Retazos del pensamiento machista de Esteban

Por último, en la última entrada de este capítulo, me gustaría dejar varios fragmentos de la ideología de Esteban Trueba. A pesar de que Clara sea la protagonista, no deja de insistirse en su opinión sobre la mujer y el mundo. 

"Pero Esteban Truebaa no era hombre de dejarse amedrentar por historias de fantasmas que deambulan por los corredores, por objetos que se mueven a la distancia con el poder de la mente o por presagios de mala suerte, y mucho menos por el prolongado silencio, que consideraba una virtud". 

"Esteban sufrió un escalofrío cuando la vio, convencido de que había sido burlado por el destino y en vez del Trueba legítimo que le prometió a su madre en el lecho de muerte, había engendrado un monstruo y, para colmo, de sexo femenino". 

"Tomó un coche y le dio la dirección de la casa de su madre. La ciudad le pareció desconocida, había un desorden de modernismo, un prodigio de mujeres mostrando las pantorrillas, de hombres con chaleco y pantalones con pliegues, un estropicio de obreros haciendo hoyos en el pavimento, quitando árboles para poner postes, quitando postes para poner edificios, quitando edificios para plantar árboles, un estorbo de pregoneros ambulantes gritando las maravillas del afilador de cuchillos [...] -Ésta es una ciudad de mierda -concluyó".

 

 

Polaridad de Férula y Clara

Como siempre hago, me gustaría enseñar una serie de fragmentos que me han sugerido una opinión sobre el tercer capítulo de la obra. Antes de exponerlos voy a explicarme. Como se ha visto en los primeros capítulos de la novela, Férula encarna la mujer que ha sido relegada a las labores del hogar, que ha debido cuidar de su madre toda la vida, que profesa la religión cristiana con una devoción a Dios sin igual. Clara, sin embargo, es absolutamente lo contrario: es una chica tranquila, pero en esa tranquilidad se esconde una apatía impropia del género femenino. De hecho no se deja embelesar por los regalos que le hace Esteban. Ese silencio, esa personalidad ensimismada que se retrae en sus pensamientos y no comparte la alegría del amor con la pareja, es una proyección simbólica de todo lo contrario a lo que debería ser una mujer desde la perspectiva de Esteban. Las imágenes de ambas se bifurcan, pero paradójicamente se vuelven a unir en una relación de amistad que Férula entiende de otra manera. Férula, atormentada por el discurso autoritario de Dios, tiene miedo de experimentar algún tipo de sentimiento por Clara. Clara por su parte sigue en su mundo.

"Esteban quiso que (Férula) viajara ,se comprara ropa y se divirtiera por primera vez en su melancólica existencia, pero ella tenía el hábito de la austeridad y llevaba demasiado tiempo encerrada en su casa. Tenía miedo de todo. El matrimonio de su hermano la sumía en la incertidumbre, porque pensaba que ése sería un motivo más de alejamiento para Esteban, que era su único sustento. Temía terminar sus días haciendo ganchillo en un asilo para solteronas de buena familia, por eso se sintió muy feliz al descubrir que Clara era incompetente para todas las cosas de orden doméstico y cada vez que tenía que enfrentar una decisión, adoptaba un aire distraído y vago. «Es un poco idiota», concluyó Férula encantada". 

"Clara no es la típica mujer que se deja seducir".

"Férula era la primera en despertar, porque le había quedado el hábito de madrugar desde la época en que velaba junto a su madre enferma, pero dejaba dormir a su cuñada hasta tarde".

"Nada escapaba a sus ojos vigilantes y estaba siempre en actividad, en contraste con Clara, que todo lo encontraba muy bonito y le daba lo mismo comer trufas rellenas o sopa de sobras, dormir en colchón de plumas o sentada en una silla, bañarse en aguas perfumadas o no bañarse".


Los protegidos

Hay un fragmento que me ha recordado a una serie de televisión reciente, Los protegidos. Esta, que trata de niños con superpoderes que deben ser cuidados en una casa, tiene un personaje muy parecido a la Clara de la novela. Dejo, en primer lugar, dicho fragmento, y un enlace de Youtube con una escena parecida en la serie.

- "Los sueños no eran lo único que Clara adivinaba. También veía el futuro y conocía la intención de la gente, virtudes que mantuvo a lo largo de su vida y acrecentó con el tiempo". (pág. 49)

 Además, comparten la capacidad de mover objetos. Aunque no encuentro ningún vídeo que enlazar con la novela, presento este otro fragmento sobre ese poder:

- "La habilidad de Clara para mover objetos sin tocarlos no se pasó con la menstruación, como vaticinaba la Nana, sino que se fue acentuando hasta tener tanta práctica, que podía mover las teclas del piano con la tapa cerrada, aunque nunca pudo desplazar el instrumento por la sala, como era su deseo. En esas extravagancias ocupaba la mayor parte de su energía y de su tiempo". (pág. 50)

domingo, 11 de mayo de 2014

Adaptación cinematográfica

Aquí dejo el enlace de la película  por si alguien está interesado. La historia que cuenta en algunas ocasiones es fiel, pero hay numerosas diferencias, por la dificultad que supone adaptar una novela tan extensa como esta a una película de 140 minutos.

viernes, 9 de mayo de 2014

El poder del discurso

El más consciente de la importancia del  poder discurso es Esteban Trueba,  y esto se nota cuando está reunido con todos los de su partido y quieren  intentar que fracase el partido que está en el poder para poder estar en las siguientes elecciones ellos arriba.   Lo  que proponen es sobornar  a algunos parlamentarios, pero ya Esteban Trueba da la clave:

"-¡Sáquese esa idea de la cabeza míster!- exclamó el senador Trueba-. ¡Aquí  no va a poder sobornar a nadie! El Congreso y las Fuerzas Armadas son incorruptibles. Mejor destinamos ese dinero a comprar todos los medios de comunicación. Así podremos manejar la opinión pública, que es lo único que cuenta en realidad." (361)
Lo que en principio se proponen con los medios de comunicación, luego se va a  llevar al extremo con la censura. Está claro que los medios de comunicación es lo primero que se debe tener en cuenta para llegar de forma más directa a los ciudadanos, pero  si lo que realmente se quiere es cambiar  no se debe olvidar  que las nuevas generaciones tienen que aprender ya con esas nuevas ideas por lo tanto:

"La censura, que al principio sólo abarcó los medios de comunicación, pronto se extendió a los  textos escolares, las letras de las canciones, los argumentos de las películas y las conversaciones   privadas. Había palabras prohibidas por bando militar, como la palabra <<compañero>>, y otras que no se decían por precaución. a pesar de  que ningún bando las había eliminado del diccionario, como libertad, justicia y sindicato"
Aquí vemos como  el poder del discurso influye hasta a ala hora de tomar poder en una situación de dictadura, este sería el primer paso posteriormente tendrían que censurarse  los estudios.

"Alba abandonó  sus estudios, porque la Facultad de Filosofía, como muchas otras que abren las puertas del pensamiento, fue clausurada"

jueves, 8 de mayo de 2014

Esteban Trueba como narrado de una historia que podría ser real y llevada a nuestros días

" Comprendió que su abuelo no exageraba. Los demás también  los habían visto y algunos temblaban. Alguien  mencionó que había  unas nuevas bombas, peores que la lacrimógenas, que  provocaban una incontrolable cagantina, capaz de disuadir al más valiente con  la pestilencia y el ridículo. A  Alba la idea  le pareció aterradora. Tuvo que hacer un gran esfuerzo por no llorar" (339)
 Aquí una vez más  y de una forma más implícita se nos muestra la imagen  de la mujer que aunque quiera hacerse la fuerte en el fondo sus sentimientos son débiles, así como por otro lado se nos muestra como su abuelo juega con su conciencia y tras intentar asustarla intenta hacerle cambiar de idea y cómo exactamente y qué le tiene que decir. Es por ello que,  yo personalmente, a pesar de como se nos muestre a Esteban Trueba  tengo la sensación de que se nos quiere mostrar también  como la persona inteligente que realmente es.
Como ha dicho mi compañero  en la entrada anterior la crítica social que lleva a cabo Isabel Allende en su obra es continuada hasta el final de la historia, de hecho  con casi todos los temas la suele enlazar de manera muy ingeniosa. Nos presenta el primer acercamiento  de Alba y Miguel dentro de una encerrona en la universidad para conseguir una serie de clausuras, que pedían  también  los trabajadores.
 Que la autora trate todos los temas dentro de una trama  me lleva a pensar  que la obra   está escrita con una cierta conciencia a pesar de que la  autora misma haya confirmado que su escritura se daba de una manera espontánea,  este episodio que comento  nos muestra a  la  vez la evolución que ya se ha conseguido sobretodo en el campo de la mujer ya que era impensable que una mujer se encerrara en una universidad con una multitud de estudiantes. Que el campo de la mujer avance en esta obra  no es sólo cosa de ellas sino que también podemos ver como Esteban  Trueba el déspota por excelencia ha aflojado mucho con respecto  a épocas  anteriores

"El senador  Trueba ya estaba  en edad de retirarse, pero esa idea no le  pasaba por la cabeza. Leía el periódico  del día y mascullaba entre dientes.Las cosas habían cambiado mucho en esos años y sentía que los acontecimientos lo sobrepasaban, porque no pensó que iba a vivir tanto como para tener que enfrentarlos. Había nacido  cuando no existía la luz eléctrica  en la ciudad y le había tocado  ver por el televisión a un hombre paseando por la luna, pero ninguno  de los sobresaltos de su larga vida lo habían preparado para enfrentar  la revolución que se estaba gestando en su país, bajo sus propias barbas, y que tenía a todo el mundo convulsionado".(349)
Aquí se reafirma la idea que venimos  señalando desde el principio.  Por último explicar el por qué del título de esta entrada y es que en  la novela se puede observar claramente como Esteban Trueba nos narra  una historia real en la que se empiezan con esperanzas ganas de trabajar y unos sueños que  puedes ver cumplir gracias al esfuerzo, pero que en la vida se cometen fallos como ceñirte a  una ideología y  no ser capaz de ver lo anticuado de esta. Esto lo lleva a su decadencia, así como a muchas desgracias que le ocurren.

lunes, 5 de mayo de 2014

Crítica social y política de Chile a través de Esteban Trueba

Hay una página de 'La casa de los espíritus' en el capítulo II que ofrece tres perspectivas de la sociedad de su tiempo, a través de Nívea (feminismo), Esteban Trueba (machismo patriarcal) y el sector burgués y adinerado. En primer lugar se aprecia la imagen de Nívea, madre de Rosa, que después de desengañarse de la política decide defender el papel merecido de la mujer en la sociedad: 

"Se encadenaba con otras damas en las rejas del Congreso y de la Corte Suprema, provocando un bochornoso espectáculo que ponía en ridículo a sus maridos. Sabía que Nívea salía en la noche a pegar pancartas sufragistas en los muros de la ciudad y era capaz de pasear por el centro a plena luz del mediodía de un domingo, con una escoba en la mano y un birrete en la cabeza, pidiendo que las mujeres tuvieran los derechos de los hombres, que pudieran votar y entrar a la universidad, pidiendo también que todos los niños gozaran de la protección de la ley, aunque fueran bastardos".

Otro polo totalmente opuesto es representado por el pederasta, violador y mujeriego Esteban Trueba, que conforma la imagen del déspota conservador. Esta es su opinión del lugar de la mujer en la sociedad:

"Si las mujeres no saben sumar dos más dos, menos podrán tomar un bisturí. Su función es la maternidad, el hogar. Al paso que van, cualquier día van a querer ser diputados, jueces, ¡hasta Presidente de la República! Y mientras tanto están produciendo una confusión y un desorden que puede terminar en un desastre. Andan publicando panfletos indecentes, hablan por la radio, se encadenan en lugares públicos y tiene que ir la policía con un herrero para que corte los candados y puedan llevárselas presas, que es como deben estar. Lástima que siempre hay un marido influyente, un juez de pocos bríos o un parlamentario con ideas revoltosas que las pone en libertad... ¡Mano dura es lo que hace falta también en este caso!".

Por último, la clase alta, ajena a los males de su país y de sus compatriotas:

"La clase alta, sin embargo, dueña del poder y de la riqueza, no se dio cuenta del peligro que amenazaba el frágil equilibrio de su posición. Los ricos se divertían bailando el charlestón y los nuevos ritmos del jazz, el fox-trot y unas cumbias de negros que eran una maravillosa indecencia. Se renovaron los viajes en barco a Europa, que se habían suspendido durante los cuatro años de guerra y se pusieron de moda otros a Norteamérica. Llegó la novedad del golf, que reunía a la mejor sociedad para golpear una pelotita con un palo, tal como doscientos años antes hacían los indios en esos mismos lugares. Las damas se ponían collares de perlas falsas hasta las rodillas y sombreros de bacinilla hundidos hasta las cejas, se habían cortado el pelo como hombres y se pintaban como meretrices, habían suprimido el corsé y fumaban pierna arriba. Los caballeros andaban deslumbrados por el invento de los coches norteamericanos, que llegaban al país por la mañana y se vendían el mismo día por la tarde, a pesar de que costaban una pequeña fortuna y no eran más que un estrépito de humo y tuercas sueltas corriendo a velocidad suicida por unos caminos que fueron hechos para los caballos y otras bestias naturales, pero en ningún caso para máquinas de fantasía. En las mesas de juego se jugaban las herencias y las riquezas fáciles de la posguerra, destapaban el champán, y llegó la novedad de la cocaína para los más refinados y viciosos. La locura colectiva parecía no tener fin".

Por antiguas que parezcan las perspectivas, se dan casos en la actualidad. Esa es la principal característica de una gran novela: reconocer su lectura en tu escritura vital.

Un saludo.

 

 

 

miércoles, 30 de abril de 2014

Alba como simbolización del pasado y del futuro

 Pasado esto Blanca, desde mi punto de vista, sigue teniendo la necesidad de sentirse realizada. Empieza a  notar ese sentimiento de realización cuando su padre le propone  internar Alba, esto era lo que en realidad le hubiera gustado a ella desde un principio aunque después no se arrepienta para nada la vida que ha llevado junto a su madre que le ha enseñado en la medida de lo posible.
Pero cierto es que la educación en la infancia de los Trueba no fue igualitaria, por ello, opino,  Blanca se sintió diferente a sus hermanos y le hubiera gustado asistir a una educación fuera de casa. Ve que esa oportunidad que  ella no tuvo la puede tener ahora su hija y es por ello que acepta, porque ella misma ha podido darse cuenta por su propia experiencia que no  es suficiente "con  una buena conjunción de planetas en su carta astral para que Alba saliera adelante en la vida" (316), pero este no es el único indicio que  encontramos en el libro que nos muestra que Alba a pesar de ser   una chica  va a andar con distinta suerte y con una sociedad patriarcal  mas leve y un poco más liberal. Podemos decir por la tanto, que en esta generación ya  es notoria una mínima progresión. Pero no es solo Blanca la que necesita sentirse realizada y lo consigue con Alba, también  Esteban Trueba (el abuelo de la niña):
"...el mundo de la ciencia y de la técnica, donde esperaba  ver triunfar a Alba. Había acabado por aceptar -vencido por la oleada de los nuevos tiempos-  que algunas mujeres no eran del todo  idiotas y pensaba que Alba, demasiado insignificante para  atraer a un esposo de buena situación, podía adquirir una profesión y acabar ganándose la vida como un hombre. En ese punto Blanca apoyó a su padre, porque había comprobado en carne propia los resultados de una mala preparación académica para enfrentar la vida.
- No quiero que seas pobre como yo, ni que tengas que depender de un hombre para que te mantenga- decía  a su hija cada vez que la veía llorando porque no quería ir a clases." (317)
Aquí,  en este fragmento vemos los tres temas tratados en esta entrada. En primer lugar la necesidad que tienen padre e hija de sentirse realizados y lo conseguirán con Alba, en segundo lugar el progreso con los pensamiento que Allende nos expone de  Trueba y por último la represión de  la que Blanca  no logró  deshacerse.
 
 
 

La personalidad rebelde de Alba desde su infancia

Es notorio que la propia personalidad de Alba ya va a ser mucho más rebelde con respecto a las normas establecidas sobre todo  por su abuelo, que sin embargo su madre si las tuvo  que seguir sin excepciones. Pues bien, ya desde pequeña Alba se niega a utilizar el apellido de su padre pero no porque fuera consciente de la situación porque aún era pequeña, aunque también es cierto que siempre iba un poco adelantada a las niñas de su edad por el simple hecho de que le  gustaba mucho leer e investigar en los libros de su tío que en ocasiones no eran aptos para ella.   El pretexto que utilizaba Alba era  que el apellido de su padre era más difícil de deletrear, pero en ese simple hecho ya se saltaba las reglas desde bien pequeña y su abuelo si es cierto que no estaba conforme pero tampoco lo impedía de forma tan radical como hacía con su  hija.

Personaje de Blanca II

Blanca pasada la etapa señalada por mi compañero Jesús, y tras  dejar de lado esa vida de sumisión decide regresar a su casa.  El hecho que la lleva a tomar  esa decisión es que  por fin se decide a hurgar  un poco más en la vida de su marido y entra en la habitación que este le había prohibido, ahí descubre el porque su   marido no tenia la necesidad de mantener relaciones sexuales con ella como cualquier otro hombre. Jean de Santigny  cubría sus necesidades sexuales de otra manera con sus esclavos, esto fue lo que hizo que Blanca huyera  de aquella casa.



La sumisión de Blanca

La sumisión final que adopta Blanca le viene dada por una  serie de circunstancias, que todas ellas desembocan en que ella se vaya a vivir con el marido que su padre le había  buscado y que ella aceptara cuando en principio se mostró  reacia a esa idea.  Isabel Allende nos hace ver que ella misma no es consciente de ello y que no es capaz de explicarle a su madre la circunstancia que estaba viviendo ni cómo había llegado a ella:

"Blanca  nunca pudo explicar a su madre  las razones por  las cuales había aceptado casarse, porque ni ella misma las sabía. Analizando el pasado, cuando ya  esta una mujer madura, llegó a la conclusión de que la causa principal fue  el miedo  que sentía por su padre. Desde que era una criatura de pecho había   conocido la fuerza irracional de su ira y estaba acostumbrada a obedecerle. Su embarazo y la noticia de que Pedro Tercero estaba muerto  terminaron por decidirla"
Como primera causa menciona el miedo a su padre y esto nos muestra una vez más la sociedad patriarcal en la que vive Blanca y con la cuela  le es imposible ser feliz por el simple  hecho de no  poder casarse con quien ella quiera, así como  menciona  la obediencia que le solía  rendir a su padre a pesar de saber que este le restringiría  el camino que la llevara hacia la felicidad. Por último se entera de que la persona con la que se quiere casar esta muerto por lo tanto  ya  no le quedaba mucha opción teniendo en cuenta que estaba embarazada, este hecho también es muy  importante en su sociedad porque no se podía percibir  que una mujer  fuera madre soltera o que estuviera embarazada y no casada.

lunes, 28 de abril de 2014

Personaje de Blanca

Blanca al principio se nos muestra como un personaje que rompe con el estereotipo femenino de mujer sumisa ya que se escapa todas las noches al río para tener encuentros amorosos con un hombre a quien su padre odia. Sin embargo, conforme avanza la obra, cuando el padre se entera de lo que ocurre, propina una brutal paliza a esta y la obliga a casarse con un hombre, ante lo que presenta toda la sumisión del mundo porque temía a la figura de dictador de su padre. Sin embargo esta manera de someterse a su padre es una forma más de "rebeldía" quizás porque al final ella acaba haciendo lo que quiere. De hecho al final acaba marchándose con Pedro Tercero García. Podemos ver la evolución del pensamiento de su padre Esteban, o más bien la falta de fuerzas para luchar por algo que no puede evitar.

Amanda, "novia" de Nicolás

Amanda se nos presenta con todos los rasgos de una mujer moderna: independiente, con las ideas claras, sin dejar que nadie la domine y con intención de hacer con su cuerpo lo que quiere como podemos ver en el capítulo en el que decide no tener un hijo y abortar. Es una mujer que trabaja y saca adelante a su hermano pequeño ya que ambos quedaron huérfanos.

Jaime y Nicolás

No solo se nos transmite el estereotipo de mujer sumisa relegada al ámbito del hogar en una sociedad patriarcal, sino que también vemos el estereotipo masculino en los dos hermanos de Blanca:  peleaban, estaban sucios, gritaban, eran salvajes y podían volver a casa tarde sin que el padre regañase a ninguno, solo por ser hombres. Jaime es descrito con  características atribuidas a la mujer como pueden ser el afecto y las emociones y esto se califica como signos de inferioridad.

Clara y su papel en la obra

Clara nos deja ver el estereotipo de mujer acomodada que no sabe hacer nada y depende para todo de sus sirvientes y su cuñada Férula. Conforme avanza la obra vemos su inutilidad a la hora de realizar tareas de casa, de hecho no las realiza ni se ocupa de sus hijos: "por primera vez en su vida se hizo cargo, sin ninguna ayuda de los asuntos materiales, porque ya no contaba con su marido, con Férula o con Nana" (2008:177). Al hablar este personaje hemos podido ver también que ha sufrido en una ocasión violencia de género por parte de su marido, llegando incluso a destrozarle la boca de un puñetazo. A pesar de ello se muestra sumisa y no hace nada contra él, se limita a retirarle la palabra. La figura de Clara nos sorprende a lo largo de la obra porque pasa de ser un personaje en mayor o menos medida frágil a ser una mujer fuerte y que de manera directa o indirecta, hace lo que le conviene y "lucha" por sus intereses.

lunes, 21 de abril de 2014

La imaginación romántica de Rosa y la realidad de Esteban

En esta entrada del blog me gustaría exponer y comentar una cuestión de la novela que se me ha presentado al leer sus páginas. Todo se desarrolla en el primer capítulo cuando comenzamos a leer la imagen que Rosa tiene de su novio Esteban Trueba, minero en un lugar lejano:

"Por influencia de las novelas románticas, que constituían su única lectura, le gustaba imaginarlo con botas de suela, la piel quemada por los vientos del desierto, escarbando la tierra en busca de tesoros de piratas, doblones españoles y joyas de los incas, y era inútil que Nívea tratara de convencerla de que las riquezas de las minas estaban metidas en las piedras, porque a Rosa le parecía imposible que Esteban Trueba recogiera toneladas de peñascos con la esperanza de que, al someterlos a inicuos procesos crematorios, escupieran un gramo de oro".

La primera frase (por influencia de las novelas románticas) revela algo que me ha recordado a la locura de Don Quijote, quien imagina decenas de cosas en una relectura vital de las novelas de caballerías. Sin embargo, el trasfondo de esta enajenación mental es la realidad exterior que para nada se asemeja al mundo imaginado. El desengaño es propiamente romántico, ya que tanto Rosa como Don Quijote terminan muriendo, la primera de una manera angelical y el segundo agónicamente. Lejos de analizar el trasfondo de la novela de Cervantes, voy a presentar el que encontramos en la de Isabel, que encaja precisamente con otra idea de narrador omnisciente-narrador sujeto que trataré en mi siguiente intervención. 

Varias páginas después, en el cambio de narrador, vemos la realidad de esa vida minera explicada por Esteban Trueba: 

"Eran tiempos difíciles. Yo tenía entonces alrededor de veinticinco años, pero me parecía que me quedaba poca vida por delante para labrarme un futuro y tener la posición que deseaba. Trabajaba como un animal y las pocas veces que me sentaba a descansar, obligado por el tedio de algún domingo, sentía que estaba perdiendo momentos preciosos y que cada minuto de ocio era un siglo más lejos de Rosa. Vivía en la mina, en una casucha de tablas con techo de zinc, que me fabriqué yo mismo con la ayuda de un par de peones. Era una sola pieza cuadrada donde acomodé mis pertenencias, con un ventanuco en cada pared, para que circulara el aire bochornoso del día, con postigos para cerrarlos en la noche, cuando corría el viento glacial. Todo mi mobiliario consistía en una silla, un catre de campaña, una mesa rústica, una máquina de escribir y una pesada caja fuerte que tuve que hacer llevar a lomo de mula a través del desierto, donde guardaba los jornales de los mineros, algunos documentos y una bolsita de lona donde brillaban los pequeños trozos de oro que representaban el fruto de tanto esfuerzo. No era cómoda, pero yo estaba acostumbrado a la incomodidad. Nunca me había bañado en agua caliente y los recuerdos que tenía de mi niñez eran de frío, soledad y un eterno vacío en el estómago. Allí comí, dormí y escribí durante dos años, sin más distracción que unos cuantos libros muchas veces leídos, una ruma de periódicos atrasados, unos textos en inglés que me sirvieron para aprender los rudimentos de esa magnífica lengua".

jueves, 10 de abril de 2014

Blanca buscó la felicidad como pudo

"Conocía el placer como una última y preciosa etapa en el largo camino que habría recorrido con Pedro Tercero...Mientras sus compañeras en el colegio leían a escondidas novelas prohibidas con imaginarios galanes apasionados y vírgenes ansiosas  por  dejar de serlo" (1995, 275)
Con esta  cita podemos hacer un interesante análisis del personaje de Blanca,  donde se nos muestra como una chica la verdad bastante adelantada para las demás chicas de su época. Mientras  sus compañeras leían  escondidas historias de amor, ella vivía ya su propia historia con Pedro Tercero.

Pero está  felicidad que disfrutó de joven  no le durará mucho  ya que   será obligada a separarse de él y tendrá que casarse  con un hombre al que no ama. Cuando se desarrolló este acontecimiento del compromiso ella ya estaba embarazada  de su primera hija con Pedro García  Tercero, pero de nuevo correrá con la suerte de  quedarse sin marido como ella realmente quería, aunque tenía todavía las limitaciones de una mujer casada como  Isabel  Allende nos comenta:

"Blanca, que carecía  de las libertades de una soltera y tenía todas las limitaciones de una mujer casada, pero  no tenía marido" (1995, 280)

sábado, 5 de abril de 2014

Acerca de un hecho del primer capítulo


En la primera entrada realizada por mí en este blog me gustaría plantear un tema controvertido a modo de acercamiento al gran libro "La casa de los espíritus", de Isabel Allende. Tras este seguiré con aportes algo más formales, aunque no prometo nada, porque la crítica social y política siempre tiene a uno en primera línea de guerra.

En la página dieciocho del primer capítulo nos encontramos ante un hecho que evidencia de qué manera había grupos masculinos babosos que se "quedaban de piedra" viendo pasar una bella mujer, o una mujer que simplemente destacase por algún motivo aparente. Así lo narra Allende:

 "habría tenido que ser tarado para no ver esa aparición que provocaba un tumulto a su paso y congestionaba el tráfico, con ese increíble pelo ver que le enmarcaba la cara como un sombrero de fantasía, su porte hada y esa manera de moverse como si fuera volando [...] No fui el único hipnotizado, en pocos minutos se formó un corrillo de hombres que atisbaban por la vitrina". 

Este hecho me ha recordado a un vídeo (link: http://youtu.be/mzLh9g6QV_k) que vi hace poco sobre una situación similar en El Cairo, Egipto. En él hay un grupo de hombres que persiguen a una mujer vestida y maquillada de una forma que nosotros consideraríamos normal, aunque para el mundo árabe sería considerado pecado. ¿Cómo podemos permitir que haya todavía zonas tan incultas y patriarcales?... E incluso me atrevo a plantear la siguiente cuestión: ¿De verdad creemos que esa situación es pasada o actualmente se produce también?.

El principal problema al que nos atenemos es al discurso transmitido de padres a héroes, de gobierno a ciudadanos, un discurso que solo puede ser cambiado con el tiempo a través de esfuerzo y acción sobre el sistema. De todas formas, no puedo vislumbrar la solución sin pesimismo, ya que trasciende fronteras. La posibilidad de modificar el discurso es imposible si los países poderosos siguen lucrándose de estos países, vendiéndoles armas e influencia (por otra parte) para que sus gobiernos tiranos sigan con el control de la libertad discursiva. En fin, lo que planteo es un ejercicio de autocrítica gubernamental y cambio sistemático, idea que ya nos legó Gandhi: "si quieres cambiar al mundo, cámbiate a ti mismo". 

Seguimos en contacto queridos lectores.

Capítulo III: Clara, Clarividente

La primera alusión al papel de la mujer que podemos encontrar en este capítulo la hallamos  cuando se habla de la educación de Clara. Nívea proponía que estudiara idiomas, mientras que el padre prefería que se dedicara a estudiar algo propio de la mujer: el piano o la costura. Hay una ocasión en la que se nos menciona a Nívea cosiendo en la sala de la costura, el ámbito de la mujer, en el momento en que Clara no hablaba y aquella le contaba algunas historias a la niña.

Quizás Nívea y sus amigas en algunos momentos rompan con el estereotipo de mujer sumisa, ya que podemos verlas  en las fábricas  arengando a las obreras, mientras que los hombres se reían de ellas. Nos ha llamado la atención como se hace referencia a "un prodigio de mujeres mostrando las pantorrillas, de hombres con chaleco y pantalones con pliegues", como si fuera algo extraño ya que es calificado como un "desorden de modernismo". El día que Esteban vuelve a la casa de los Del Valle, estos hacen una lista de las hijas disponibles para el compromiso como si se tratara de animales u objetos. Cuando Esteban se casa vemos el miedo de Férula, su hermana,  ya que es totalmente dependiente de su hermano y por ella misma no ha sido capaz de trabajar ni de nada, solo de dedicarse por completo a su madre enferma. Férula se hace amiga de Clara y acaba sirviéndola como una esclava, ya que está enamorada de ella. Acabaron viviendo en la misma casa, el matrimonio y Férula. Esta sentía que cuando estaba su hermano no podía estar con Clara ni hacer y deshacer a su gusto como estaba acostumbrada, aquí vemos algo de "masculino" pero, pese a que era una mujer no podía recriminar nada a nadie.

jueves, 3 de abril de 2014

Sobre el segundo capítulo: Las Tres Marías II

Las violaciones que se enumeran en este capítulo nos muestran una vez más que nos movemos  en un marco patriarcal, y Esteban no solo representa la figura principal de este marco sino que además, juega un papel  muy importante desde mi punto de vista para clasificar un estereotipo de su clase social. Siempre preocupado por  por la imagen que pueda dar  a los demás, esto lo veremos  en capítulos  posteriores también, como por ejemplo el capitulo VIII, Los Hermanos, que analizaremos en la siguiente entrada.

Que las mujeres  no sepan sumar es algo premeditado desde la infancia, de hecho vemos claramente la diferente educación que recibe Blanca con respecto a sus hermanos. Los dos hermanos  son enviados a un internado dónde reciben una educación, sin embargo Blanca es criada por Clara y es educada por su madre.
 En el caso de Blanca tiene mucha suerte y es muy afortunada de tener la madre que tiene puesto que esta dentro de su sociedad es bastante  liberal y la enseña mucho más que otras madres enseñaban a sus hijas.

En segundo capítulo hace hincapié y nos demuestra la  situación económica  de la familia de Esteban, en este capítulo se nos  dice que Esteban solo dispone de un traje. Pero a pesar de que  fuera pobre siempre ha vivido con la ilusión de ser rico y poder hacer cosas como tal, como por ejemplo tomarse un café en el Hotel Francés. De hecho cuando  recibe su primer salario, lo primero que hace es eso.  Lo que le ocurre a Esteban en  ese hotel es toda una lección de humildad que nos da la  autora, y es que no es bueno aparentar lo que no eres. Ya tendrás tiempo de hacer ciertas cosas, de hecho a Esteban si que le llega ese momento.

Vayamos  con el personaje  de Férula en el principio,  y es que ella tenía lo que conocemos como poder del discurso.  Férula conseguía hacer  sentirse mal  su  hermano, pero es en este capítulo  donde  Esteban ya se percata de ello y Allende nos lo ilustra así:

"En ese momento vio con claridad los mecanismos que usaba su hermana para dominarlo, la forma en que  conseguía hacerlo sentir culpable y comprendió que debía poner a salvo"
Esteban demuestra que puede conseguir lo que quiere y salir de ese mundo que no le gusta nada,  aunque para ello tuvo que sacrificar mucho y pasarlo mal durante mucho tiempo.

viernes, 28 de marzo de 2014

Sobre el segundo capítulo: Las Tres Marías

En este capítulo, siendo lo más breve posible, trataremos de abordar la construcción del personaje de Férula, la hermana de Esteban Trueba. Férula  tiene que cuidar de su madre enferma ya que era la única hija y la tradición es que esta se sacrificase por su madre como esta lo hizo por ella algún día. Cuando murió el padre de ambos Férula había ejercido el papel de padre, trabajando sin parar para poder sacar adelante a su familia, hasta que Esteban se hizo mayor, y al ser un hombre, le quitó ese "poder". Ella consideraba que era una injusticia la clausura a la que estaba sometida por su madre, pero tampoco hacía nada por cambiar la situación, se limitaba a odiar a su hermano por ser hombre, de hecho en una conversación entre ambos, ella dice que hubiera deseado ser hombre.

Cambiando de tercio, cuando Esteban llega a Las Tres Marías, pregunta por los hombres para trabajar y sacar la villa adelante, las mujeres no le valen quizás por ser "el sexo débil". Y  redunda la autora en la idea de que la mujer está relegada al ámbito doméstico cuando dice: "las mujeres de los inquilinos hacían turnos para servir en la casa patronal..".

Hecho a resaltar en este capítulo es el de las numerosas violaciones que lleva a cabo Esteban, las mujeres son tratadas por este como objeto, ya que no tiene ningún problema (como dice el libro) en ser el que quita la virginidad a todas las jóvenes. Nuevamente la mujer es tratada como un objeto sexual para el alivio del hombre. Y cómo bien educadas que estaban todas las mujeres de esa villa, "bajaban la cabeza ante el macho", como si fuera superior a ellas y le debieran algo. Otro hecho importante es la indiferencia con la que se trataba a las mujeres a la hora de recibir bonificaciones, porque, aunque trabajaban  incluso más que los hombres, la condición de mujer les impedía recibir dichas bonificaciones.

Podemos ver la visión de superioridad que tiene Esteban cuando habla de Nívea y todas aquellas mujeres sufragistas que iban a las fábricas a convencer a las obreras para  la "lucha" por sus derechos. Califica esto como actitudes que ponen en ridículo a sus maridos. Piensa que las mujeres no saben sumar y por lo tanto son incapaces de ejercer cualquier profesión. Quizás no sepan porque nunca se les dio la oportunidad de ser educadas como un hombre.

La chica rara de La casa de los espíritus

En su ensayo La chica rara, Carmen Martín Gaite tiene en cuenta  a muchos personajes de  distintas autoras consideradas como la chica rara. Tengamos en consideración algunas menciones que hace, sabiendo así que  contaba ya con un antecedente titulado la novela rosa:

En una encuesta realizada por La Estafeta Literaria, el 5 de marzo de 1944, Julia Maura declaró que la novela rosa era  <<un pomo de veneno en  manos femeninas>> y que  <<acababa siempre donde comienza la vida: en el matrimonio>>. Por su parte, Carmen de Icaza y Concha Linares Becerra, dos de las autoras españolas más destacadas en ese género, protestaban del sambenito  de la atribución.
En una época como la de la primera posguerra española, donde  los modelos de comportamiento  ofrecidos a la mujer por la propaganda oficial eran los de restituirla a la pasividad de  <<sus labores>> , como reacción a las novedades de la República, sí podía encontrarse cierto conato de  <<modernidad>> en aquellas protagonistas  femeninas de la Icaza o de las hermanas Linares Becerra que viajaban solas, desempeñaban un trabajo y se aventurabann a correr ciertos peligros, sin que alterase por ello su contextura moral.
En nuestro libro el referente de esta  protagonista   femenina que se aventuraba a correr ciertos peligros, la encontramos en Blanca. Esta se atreve a desafiar las leyes establecidas por su sociedad, y en este caso las que le toca acatar por la clase social a la que pertenece. Estaría muy mal visto que <<una señorita>> de su clase  se envolviera con un campesinos y mucho menos que tuviera ciertos encuentros amorosos con él.
Entrecomillo  << una señorita>> porque así es como la describe  el padre y se refiere a ella y el  hecho de que la considere una  señorita  es  lo que hace que  tenga ciertas barreras en su vida Blanca y que por ello tenga que llevar su relación a escondidas.

En La casa de los espíritus, Esteban en una de las ocasiones cuando ya se encuentra incapacitado para muchas labores y tiene que ser cuidado por todas las lesiones que sufrió tras el terremoto, reflexiona sobre su hija y dice:

Mi hija desde chica era rara y nunca fue  la niña cariñosa y tierna que yo habría deseado. En realidad parecía un quirquincho. Desde que me acuerdo fue arisca conmigo y no tuvo que superar el complejo de Edipo, porque nunca lo tuvo. 
Aquí podemos ver como  Blanca se sale del estereotipo de mujer de su época y por ello es considerada una chica rara por su padre, esto es lo que  nos dice Carmen Martín Gaite continuamente en su ensayo.

Dejo aquí el  enlace en el que podemos encontrar  el capítulo 4 del volumen "Desde la ventana" de Carmen Martín Gaite :



jueves, 27 de marzo de 2014

Analicemos otra editorial con distinto aspecto

En la primera entrada de este blog, mi compañero Jesús ha comentado  la portada de la editorial que él lee. Pues bien veamos ahora  la portada y otra editorial, que es la que yo leo:



Así  nos presenta el libro la editorial Plaza & Janes, observamos que estamos ante la misma niña que aparece en la portada que  hemos presentado anteriormente, pero la portada anterior  se nos mostraba más real. Podemos observar que aquí se trata de un dibujo muy conseguido, en color sepia.

De la otra portada deducíamos más o menos la época en la que se ambientaban porque nos transmitía antigüedad, esta también lo hace por la vestimenta con la que se nos presenta. Podríamos pensar que la niña de esta portada es Blanca por el hecho  de que aparezcan  a sus espaladas   hojas secas como las hojas en las que solía esperar a aquél muchacho que veía siempre en  Las Tres Marías, hablamos de Pedro Tercero.

La portada anterior se centrar más en el régimen patriarcal que sigue esta obra al mostrar al padre sentado y a la niña de pie junto a él en posición erguida manteniendo siempre la compostura, de hecho esto es lo que demuestra Blanca   ante su padre cuando se escondía  para ver a Pedro Tercero.

La parte posterior de este libro  tiene el siguiente aspecto:



Como podemos ver mantiene la misma imagen aunque nos encontramos  con la descripción de la novela y también nos informa que ha sido adaptada al cine, y por último no deja de mencionar el género de este relato que lo califica como una novela de lúcida conciencia histórica y social, así como de una propuesta estética que constituye una singular expresión  del realismo mágico.

En la contraportada encontramos una foto de Isabel Allende con una breve biografía.

Sobre el primer capítulo: Rosa, la bella

Lo primero con lo que nos encontramos es la descripción de Clara, como una niña que "tenía el hábito de escribir". Se nos revela como algo extraño quizás por su condición de mujer, y no se le da la mínima importancia. También encontramos la referencia a un hombre como homosexual por aparecer llorando,  como si este rasgo solo se atribuyera a la mujer. Con respecto a Nívea podemos ver que es una mujer que se respalda en su marido, una mujer que se basa en las apariencias y que busca que su marido llegue al poder para poder obtener el voto, por tanto, una mujer "reprimida" y con ansias de libertad tal vez. Por otro lado vemos cómo se atribuye la lectura de novela romántica a la mujer "por influencia de novelas románticas, que constituían su única lectura.." refiriéndose a Rosa. Su padre estaba preocupado  por su preparación al matrimonio, tenía que ser instruida en los oficios domésticos. Otra referencia al papel de la mujer en la sociedad lo encontramos en "mientras las mujeres no se cortaran las faldas y el pelo y se quitaran los refajos, daba igual que pudieran estudiar....". Cuando el tío Marco quiere conquistar a Antonieta, parece que se nos muestra la facilidad y sensibilidad de la mujer para enamorarse "no podrá permanecer impasible ante una serenata de organillo". Conforme avanzamos en la lectura del primer capítulo vemos cómo Severo considera que "las misas y las mandas, así como las indulgencias y el tráfico de estampitas y  escapularios eran un negocio deshonesto". Si tenemos en cuenta que todas estas prácticas están atribuidas a la mujer, las estamos poniendo en el papel de deshonestas y tal vez inútiles porque no consiguen nada con lo que hacen. Otra referencia que se hace al papel de la mujer es cuando la niña pequeña y el tio Marco montan un negocio de videncia: la Nana descuida sus labores de cocina y la familia empieza a quejarse, nuevamente la mujer ligada al ámbito doméstico. Otro ejemplo más de la mujer como cabecilla en el interior de la casa es cuando leemos "las mujeres que hacían fila frente al carretón que repartía la leche..". Hecho impactante lo tenemos cuando Esteban clasifica a las mujeres como si de objetos se tratasen "decentes y las otras...". El rasgo de sensibilidad ha sido siempre atribuido al rol de la mujer y nos lo muestra con maestría Allende  en partes como la siguiente: "aceptó hacerle llegar los billetes de amor, las flores y las incontables cajas de caramelos de anís con que intenté ganar su corazón". En el funeral, vemos cómo todas las hermanas del Valle visten de negro, la mujer es la única que lleva a cabo la práctica del luto. La brujería y la maldad son atribuidas a las "mujerzuelas". Y para seguir construyendo el estereotipo de la mujer alejada de los actos sociales y relegada al ámbito del hogar, nos encontramos con la siguiente afirmación: "por costumbre las mujeres y los niños no asistían a los entierros, ese era oficio de hombres...". Las anotaciones se podrían concluir con la parte en la que Esteban indica que el género epistolar y las emociones no eran lo suyo, nuevamente dejando claras diferencias entre los estereotipos y roles.

martes, 18 de marzo de 2014

La casa de los espíritus, Isabel Allende

La finalidad de este blog es añadir los comentarios que nos suscite la lectura de la obra "La casa de los espíritus", de Isabel Allende. En primer lugar hablaremos un poco sobre la autora y la obra. Isabel Allende nació en Lima en 1942. Desde los diecisiete años ha trabajado con constancia  como periodista y escritora. La obra que vamos a comentar  la llevó a la cúspide de los narradores latinoamericanos e inauguró una brillante trayectoria en la que podemos ver obras como: "Eva Luna", "El plan infinito", "De amor y de sombra", la trilogía "Las memorias del Águila y el jaguar", etc.



"La casa de los espíritus" narra la saga familiar de los Trueba, desde principios de siglo hasta nuestra época. Está ambientada en América Latina y refleja el extravagante destino de unos personajes atrapados en un entorno sorprendente y exótico.



En esta foto podemos observar la portada del libro, en el que vemos como es lógico el nombre de la autora, el título de la obra y la editorial, aunque no nos olvidamos de la indicación de que es un best-seller. Lo que vemos en la portada es una foto en blanco y negro donde aparece una niña y un hombre de avanzada edad. Esto nos produce una sensación de antigüedad. Con respecto a la contraportada, de la que no hemos podido encontrar imagen en la red, tiene una disposición simple: título de la obra, nombre de la autora y muy breve resumen de la obra.